Codigorojovalparaiso. 22 octubre
Texto Dante Reyes Marín.
El gobierno argentino rechazó una nueva Campaña del Desierto, como se conoce en ese país al proceso genocida bautizado en Chile como Pacificación de la Araucanía, llevado adelante, entre otros, por el general y luego presidente Julio Argentino Roca, y que expulsó de sus territorios a poblaciones originarias de los pueblos pampa, ranquel, mapuche y tehuelche.
Lo dijo en el marco de crecientes reivindicaciones del pueblo mapuche del otro lado de la cordillera, puntualmente en la Provincia de Río Negro, y ante el intento vehemente de sectores reaccionarios por eliminar la protesta mediante el uso de la Gendarmería Nacional, un cuerpo de seguridad de carácter federal.
Y fue precisamente el ministro de Seguridad de la Casa Rosada, Aníbal Fernández, quien salió al paso de estas pretensiones y al señalar enfático «me parece que el camino de Río Negro es que esto se va a resolver cuando se sienten en la mesa. Se piensan que la solución es como Julio Argentino Roca, yendo a la ‘campaña del desierto’ y me parece que se equivocan feo«.
La Campaña del Desierto fue el proceso de exterminio y anexión territorial de pueblos originarios del sur argentino, contemporánea a la Pacificación de la Araucanía, y cuando ambos estados nacionales intentaban, en el tercer cuarto del siglo XIX, afianzar sus posesiones en el sur de ambos lados de la cordillera.
En estos días, varias organizaciones, entre las que se cuentan las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, abogaron ante la Casa Rosada por el diálogo y por abstenerse de ceder a los clamores represivos como respuesta a las recuperaciones territoriales del pueblo mapuche.
Y en una reunión con el ministro Aníbal Fernández, resaltaron «la imperiosa necesidad de generar una mesa de diálogo y asistir con alimentos y abrigos a los pobladores del predio en cuestión, quienes están sitiados por las fuerzas represivas».
Hace pocos días también, el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, formuló un llamado a detener la militarización que se emplaza en Chile para aniquilar el justo reclamo del pueblo mapuche y coincidió con el actual Ministro del Interior de su país en que, “ante los distintos conflictos siempre fuimos partidarios del diálogo y de salidas consensuadas, no de la violencia; porque ésta representa el fracaso de un gobierno para tomar medidas conducentes a establecer una sociedad más igualitaria, en donde todos los habitantes de un país tengan los mismos derechos y posibilidades de vida”.
“Ante sus justos reclamos se responde con represión, con acusaciones de terrorismo, propiciando la entrega de sus territorios a terratenientes nacionales o extranjeros, a empresas mineras, que se reparten los bienes y recursos, contaminan el ambiente y el agua, destruyendo todo a su paso y provocando de esa manera la expulsión las comunidades indígenas y campesinas”, fustigó Pérez Esquivel en exclusiva para codigorojovalparaiso.
Y concluyó denunciando “todo esto con la excusa del desarrollo. Esto no lo es, se trata de explotación de los bienes y recursos en busca de beneficiar los intereses económicos y financieros sobre la vida de los pueblos. Por todo esto repudiamos las militarizaciones, como el caso de Chile, que se escuda en la -protección a la población-, por la resistencia indígena que reivindica su derecho al territorio”.