Exministra argentina a favor de una fuerza alternativa a Carabineros

Codigorojovalparaiso en Argentina. 03 octubre.

Texto Dante Reyes Marín.

Quien fuera hasta el pasado 18 de septiembre, Ministra de Seguridad de Argentina, Sabina Frederic, se mostró a favor de la creación en Chile de una fuerza policíaca alternativa a Carabineros.

Lo dijo en una entrevista exclusiva con codigorojovalparaiso.cl, medio al cual explicó su sentir respecto a la represión y el estallido social del 2019, y donde la fuerza policial militarizada de Chile tuvo un relevante papel represivo que trascendió en las imágenes noticiosas, tristemente y con creces, las fronteras de ese país.

“En principio me parece una tragedia porque muestra la necedad de los gobernantes, porque esa es la población que no ha sido escuchada, a la que no se le han entendido los problemas graves que padece, es una población que dejó de aguantar, aguantar y aguantar, y mostró, me parece, en esa expresión, que esos gobernantes de Chile no los representaban”, reflexionó Frederic, doctora en Antropología Social por la Universidad de Utrecht, Holanda.

Consultada entonces respecto a las posiciones políticas favorables al término de Carabineros, y a su reemplazo por otra institución policial, se mostró francamente contraria. “No podés quedarte sin fuerza policial, o sea que no podés eliminarla, salvo que vos digás, mantengo esta y creo otra paralela, eso no sería mala idea porque también es cierto que las fuerzas son un equilibrio de poder”

“En Argentina hay un equilibrio de poder, porque vos tenés Fuerzas Armadas y cuatro fuerzas federales, más las policías provinciales, en Chile tenés una fuerza (policial miltarizada), con lo cual sería interesante pensar en la creación de una nueva fuerza, sin eliminar esa (Carabineros), pero sí que haya un equilibro a partir de un nuevo poder de policía. Eso me parece que podría ser viable”, reflexionó.

La exministra, que hasta hace dos semanas tenía bajo su mando a 93 mil efectivos de todas las fuerzas federales de su país (Policía Federal, Gendarmería, Prefectura Naval y Policía de Seguridad Aeroportuaria), expresó que “la experiencia argentina, y también internacional, muestra que no podés hacer ninguna reforma sin el acompañamiento de una parte de aquellos que se van a beneficiar o que van a ser sujetos de esa transformación, (especialmente) ante instituciones así, jerárquicas, verticales”.

Coordinadora del Grupo de Estudios sobre Policías y Fuerzas de Seguridad, GEPYFS (CAS IDES) y directora del proyecto “El Estado y la seguridad pública: obediencia, desobediencia y autoridad en las fuerzas policiales y de seguridad de la Argentina contemporánea” (PICT-ANPCYT), Sabina Frederic reconoció que “no hay fórmulas fijas”, pero fue tajante en cuestionar que “hay algunas personas que creen que todavía se pueden conducir como se conducían las fuerzas armadas en la Argentina de los años 80 y eso ya no existe ni en las fuerzas armadas argentinas”, remarcó.

Destacó entonces a este respecto que “en Argentina hubo dos leyes que fueron muy importantes en ese proceso de democratización de las fuerzas policiales y las fuerzas armadas también, que fueron la ley de defensa y la ley de seguridad interior. La ley de defensa es del año 87 y la ley de seguridad interior del año 91, son leyes que separan las funciones de las fuerzas armadas y de las policías, sacan a las fuerzas armadas toda posibilidad de intervención en conflictos internos o en seguridad, en la lucha contra el narcotráfico por ejemplo, las fuerzas armadas argentinas no pueden intervenir y dejan a las policías provinciales y a las fuerzas de seguridad federales, la tarea de intervenir en todo lo que hace al delito y a la seguridad interna.

 «Los militares están para intervenir en la Defensa nacional, su poder de fuego es infinitamente superior a cualquier banda criminal. La experiencia en México y en Colombia, de sumar a las Fuerzas Armadas en la lucha contra el narcotráfico, solo recrudeció la violencia, no terminó con el crimen organizado y corrompió a los militares”, recordó, y añadió que “para combatir el crimen organizado todas las agencias de control (Aduana, Administración Federal de Ingresos Públicos -Servicio Impuestos Internos-)  las Fuerzas Federales y la justicia federal, deben trabajar coordinadamente y profesionalizarse.»

También la ley de inteligencia fue muy importante en Argentina, esa fue posterior, del 2001, que también, prohíbe tareas de inteligencia política, sobre organizaciones sociales o personas políticas, y orienta estrictamente a las fuerzas de seguridad a la inteligencia criminal”, agregó.                                                                                                                                                                                   Y recordó que el otro hito muy importante en Argentina fue el proceso, que todavía sigue, de juicios por delitos de lesa humanidad cometidos en la década de 1970. “Haber sancionado penalmente a los que fueron responsables de esos delitos ha sido un hito, tanto las fuerzas armadas, que fueron las que condujeron el aparato represivo, como también empresarios y policías, y gendarmes y prefectos, todos pasaron y siguen pasando por ese proceso de sanción por delitos de lesa humanidad. Eso me parece que fue un hito que marcó hacia dónde va el estado nacional y hacia dónde quiere ese estado nacional que vayan sus policías y militares”, enfatizó.

Consultada por codigorojovalparaiso respecto a si cree posible que exista una policía verdaderamente democrática, respondió franca. “Creo que hay policías que se democratizan, y eso requiere tiempo, recambios generacionales, conducciones efectivas, políticas, políticos preparados que conozcan el mundo policial, y sepan cómo conducirlos, cómo orientar el trabajo de las fuerzas hacia una tarea que sea respetuosa de las garantías constitucionales, del Código Procesal Penal que haya en cada país. Y eso es un proceso”, remarcó.

Insistida en la posibilidad de coexistencia de una policía democrática en una sociedad inequitativa reconoció que “es un desafío enorme, durísimo, porque tenés muchos actores políticos, no sólo periodísticos, además de sociales también en contra, en contra de que se permitan las protestas, en contra de trabajadores que están desempleados, y que te pueden decir bueno, que el método por ahí no es el mejor (la protesta y el corte) pero a veces si no es así no hay forma de que los escuchen”, sentenció honesta.

“Entonces es difícil en sociedades inequitativas, crecientemente inequitativas, como las nuestras, que vienen de décadas de empeorar sus estándares de equidad, es muy difícil. Sólo es posible si hay opciones de reconversión de un estado debilitado en un estado cada vez más potente”, puntualizó la exministra del presidente Alberto Fernández.

Se mostró contraria eso sí a mandos civiles dentro de las instituciones policiales. “Meterte adentro, te terminan aislando” advirtió, a menos que sea una institución nueva, aunque enfatizó en la claridad respecto a la cadena de mando, “no está mal que la orden le llegue a través del jefe, pero el de abajo tiene que tener claro que eso es lo que quiere el presidente.  Y si no lo quiere el presidente entonces no se puede hacer”, enfatizó.

De todas maneras, precisó que “hay que establecer canales de confianza, la manera base es la confianza, por supuesto no la ingenuidad, pero sí una confianza que te permita conversar y avanzar con ellos, no contra ellos, eso me parece fundamental”.

Abogó también la exministra porque “la conducción política no entienda que la tarea policial es una tarea de descarte, que está para expiar errores de la política, malas decisiones, o inacciones de la política, sino que la conducción política las entienda como quien asume como propias a las fuerzas de seguridad y es responsable por todo lo que hacen las fuerzas. Por supuesto que hay cadenas de responsabilidades, pero quiero decir que, por ejemplo, cuando ha habido cortes (de rutas), que ha habido miles, las fuerzas contienen, están ahí en la primera línea conteniendo, e iniciando un proceso de negociación, no están ahí para reprimir en primera instancia, están para iniciar un proceso de negociación y de facilitación, que tiene a un integrante de la Policía (Federal) o de la Gendarmería, como interlocutor, pero también tiene funcionarios del Ministerio de Seguridad que están ahí, y que entran en relación con las áreas del Estado que tienen que intervenir, (ministerios de) Desarrollo Social, Trabajo, Transporte, o el que corresponda”, precisó.

“Eso, claro, implica tener cortado el puente un tiempo, escuchar los insultos de todos lados, pero la conducción con bienestar también implica responsabilidad por el modo con que intervienen las fuerzas, que no es sólo que tengan una buena obra social (cobertura médica), que haya un plan de vivienda, sino también estar atentos a lo que implica la permanencia de esa gente, de ese personal en un conflicto durante horas, porque tienen que bancar insultos, cascotazos, ¿no?. Entonces estar atentos a esa dimensión, son personas, no son animales, son personas que están entrenadas por supuesto para resistir, pero la conducción es también contención en esos momentos, también es una forma de alcanzar el bienestar, no tirarlos a la jaula de los leones”, reflexionó.

Insistida finalmente respecto a la propuesta de reemplazo de Carabineros, como se ha planteado por alguna voz política en Chile, reiteró que “la creación de otra fuerza podría ser una forma de equilibrar y así hacer que no sea sólo una institución la que tiene la potestad, inclusive hasta podría ser una fuerza que de a poco se ocupe de hechos como las protestas”, concluyó.

 

 

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