Central Clasista levanta demandas este 1 de mayo contra las alzas y por un nuevo código laboral. Llaman a una protesta nacional el 1 de junio

Codigorojo. 01 de mayo.

Ramon López, dirigente sindical del CYMMS y de la Central Clasista, leyó un discurso de 4 carillas conmemorando el 1 de mayo clasista y combativo, levantando una serie de demandas para aminorar entre los trabajadores y trabajadoras el costo de las alzas, exigiendo un nuevo código laboral, pidiendo la libertad de los presos políticos, reparación y justicia para todas las victimas de las violaciones a los DDHH, entre otras demandas populares.

Los organizadores del acto convocaron a formar una alianza popular por las demandas y llamaron a una protesta nacional para el 1 de junio, día en que los presidentes dan su cuenta pública.

Discurso 1 de mayo Clasista y Combativo 2022

PRIMERO DE MAYO

CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL

DE LA CLASE TRABAJADORA

Hoy, primero de mayo de 2022, la Central Clasista de Trabajadoras y Trabajadores, junto a otras organizaciones clasistas, como la Unión Clasista de Trabajadores (UCT); la Asociación Intersindical de Trabajadoras y Trabajadores Clasistas (AIT); la Asamblea Popular de Trabajadoras y Trabajadores, la Federación Nacional de peonetas de Coca Cola (FENASIPEC); el Sindicato único de Trabajadoras y Trabajadores del Colegio José Antonio Lecaros, la Federación de Sindicatos de la Ingeniería y Servicios (FESIN); y la Asamblea de Trabajadoras y Trabajadores, nos hemos unido para conmemorar el día de la clase trabajadora.

Saludamos a las y los trabajadores, al Pueblo Nación Mapuche que lucha y resiste en el sur de Chile, a las y los estudiantes, a las y los inmigrantes, a las y los presos políticos, a la Mujer Trabajadora, a la comunidad LGBTIQ+, a los pueblos que habitan en los diversos territorios del país, a los pobladores que luchan por una vivienda digna, y a los trabajadores y trabajadoras del mundo que luchan por la libertad, la justicia social, la emancipación total de la dominación capitalista y la creación de una nueva sociedad.

Saludamos a ustedes, los cuales han llegado hasta aquí para conmemorar y homenajear a los compañeros de clase, vilmente reprimidos, perseguidos y condenados a la horca por un tribunal de Chicago, por el solo hecho de denunciar y luchar por reducir la jornada de trabajo a ocho horas diarias, ocho horas de descanso y ocho horas de recreación, porque en esos años se trabajaba por sobre 10 horas diarias, al igual como ocurre actualmente en muchos lugares de nuestro país.

Recordamos también hoy, a los compañeros caídos, Juan Pablo Jiménez, Nelson Quichillao, Rodrigo Cisternas, a los caídos en la lucha contra la dictadura, a los mártires del movimiento obrero chileno, que fueron asesinados durante la masacre de Lo Cañas, Ranquil, el mitin de la carne, la matanza de la Escuela Santa María de Iquique, Asalto e incendio de la sede de la Federación Obrera de Magallanes FOM, Masacre de San Gregorio, de Marusia, Puerto Montt, masacre de Laja, Plaza Bulnes, Antofagasta y durante la revuelta del 18 de Octubre por el gobierno de Piñera, entre otras. Asesinatos contra el pueblo chileno, que han sumado cerca de 8000 víctimas durante gobiernos democráticos liberales y republicanos, Tampoco podemos olvidar a los próceres del movimiento obrero, Luis Emilio Recabarren, Clotario Blest, Teresa Flores, que dieron sus vidas por la emancipación de la clase trabajadora.

Compañeras y compañeros, también es importante destacar, y poner de relieve el grado de conciencia de quienes nos reunimos hoy, quienes hemos decidido participar en este acto, para gritar con todas nuestras fuerzas, que hay un compromiso de luchar por una sociedad justa, donde la explotación no tenga cabida, y podamos superar el capitalismo y el sistema neoliberal que con su codicia nos va matando, va destruyendo nuestras vidas. Luchamos por que el trabajo sea una fuente del desarrollo del ser social, y no como ocurre hoy, una actividad laboral sin protección social y denigra la especie humana.

Compañeros y compañeras, estamos en el Chile de hoy, que como en el de ayer, el capitalismo no resuelve, y no resolverá jamás, el abuso patronal, y la contradicción de clases entre el trabajo y las ganancias, entre nuestro sudor y sus enormes granjerías. Los grupos económicos, los más ricos de este país, como Luksic, Angellini, Saieh, Paulmann, Ponce Lerou, Piñera, Solari, entre otros, doblaron sus ganancias el año 2021, mientras el aumento de los salarios reales no pasó más allá de 5,2%, lo cual no compensó el alza de los artículos de consumos básicos de nuestra canasta familiar, lo que significó una pérdida real del poder de adquisitivo de nuestros sueldos y salarios.

Desde diciembre del 2021 a marzo de 2022, la pérdida del poder compra de los salarios aumentó hasta cerca de $100.000 pesos mensuales en relación con el aumento de los precios de los alimentos esenciales como el pan, las verduras, las legumbres, el aceite y los servicios básicos, entre otros productos de primera necesidad. También los precios de los combustibles como el gas, la bencina, y la parafina han tenido un alza del 55,6%. Hay muchos otros artículos más que han subido sus precios, y los medios de comunicación son cómplices, callan o encubren los abusos.

Sin embargo, Chile creció en un 11,7% el año 2021, y el sistema financiero se alarmó. La inflación se disparó. El nuevo Gobierno, de Gabriel Boric, eligió a Mario Marcel como ministro de Hacienda para dar una señal clara de buena conducta al sistema financiero y a los grupos de empresarios que dominan todas las instituciones del Estado chileno, para garantizar un crecimiento de no más allá del 2% de la economía nacional, todo ello a costa del pueblo chileno. Las medidas políticas en materia económica son predecibles en el plan anunciado por el gobierno de Boric. Una de las medidas es CHILE APOYA, busca congelar el valor del pasaje del transporte público y regular el precio de los combustibles, por medio de subsidios directamente a las empresas concesionarias del transporte público y las distribuidoras de los combustibles: La lógica de estas medidas es beneficiar a las empresas, no a los trabajadores. Los trabajadores están siendo la excusa para que el Gobierno le transfiera dinero de los trabajadores al capital.

En relación con las becas diarias para la educación superior el Gobierno se propone aumentar 192 pesos diarios. Con respecto al aumento del sueldo mínimo, proponen que llegará a los $380.000 pesos brutos desde mayo, lo que es insuficiente para enfrentar la carestía que está afectando a los trabajadores con contrato y a los 3 millones de trabajadores y trabajadoras que viven de un trabajo informal. Todas estas medidas, y otras, cuestan $ 3.726 millones de dólares lo que representa el 0,73% del PIB: ¡Un nulo impacto y una miserable propuesta si se quiere paliar la crisis inflacionaria!

En otras palabras, este plan Chile Apoya, significa, que nosotros tenemos que pagar la crisis inflacionaria, a costa de la congelación de sueldos, de los despidos, y de la reducción de los subsidios a los trabajadores y trabajadoras, creando más miserias para el pueblo chileno y para los inmigrantes. ¡Lo que nos propone el Gobierno de Boric, es que la crisis la paguemos nosotros! No, compañeros y compañeras, la crisis tienen que pagarla ellos: los grandes capitalistas, el retail y el mercado financiero. La crisis la debe pagar la clase dominante, no los trabajadores, no el pueblo.

Frente a esta verdad, ante la carestía y la miseria que arroja la crisis neoliberal, exigimos un plan social que responda a las necesidades inmediatas y a mediano plazo. Demandamos:

  • La fijación de precios en los productos esenciales para el hogar
  • La eliminación del TAG para los vehículos particulares
  • El aumento del salario mínimo a 630.000 pesos
  • La creación de empleos de emergencia mediante las municipalidades
  • La reducción a 40 horas de la jornada laboral semanal
  • El congelamiento del valor del transporte público
  • El aumento del impuesto a las grandes empresas y a los super ricos
  • La devolución del aumento de las contribuciones
  • El mejoramiento real de las pensiones para los jubilados
  • Pago del salario mínimo a las mujeres que realizan trabajo doméstico no remunerado.
  • El término de colusión del gran empresariado.

Para que estas demandas sean resueltas debemos avanzar en la nacionalización tanto de los recursos naturales como también de las empresas estratégicas e impedir el lucro empresarial con los derechos sociales fundamentales: la salud, la educación y la vivienda, entre otros.

También es imprescindible el término de las AFP. Pero debemos decirlo, fuerte y claro. Si no hay un aumento significativo de los sueldos, cualquier sistema de pensiones va al fracaso. Los fondos deben ser administrados con una finalidad de seguridad social, garantizando pensiones dignas para la vejez. Debe garantizarse también el derecho de los trabajadores a la vivienda digna, a la salud y a los beneficios urgentes para la inmensa mayoría del pueblo. Hay dinero suficiente, solo está concentrado en un puñado de empresarios corruptos.

Compañeros y compañeras, en el plano político sindical, estamos amarrados por un Código del trabajo, camisa de fuerza, que nos oprime, que legalizó la tercerización del trabajo, el subcontrato, y el abuso contra los trabajadores a honorarios, principalmente los contratados por el Estado. El Código del trabajo desprotegió al trabajador promoviendo la inestabilidad laboral, quitó la indemnización por años de servicios, reduciéndola a solo 11 años, regló la huelga para hacerla inofensiva e ineficiente, impidió legalmente la negociación por rama de la producción, incentivó la proliferación de varios sindicatos en un mismo centro laboral con lo cual las negociaciones colectivas sólo obtienen un pobre aumento en las remuneraciones, beneficios y condiciones laborales dignas para el trabajador. Como resultado de todo aquello se fue creando un sindicalismo débil, fragmentado, sin conciencia de clase, con trabajadores individualistas. Todo esto impide hacer prevalecer nuestros legítimos derechos. ¡Es necesario e imprescindible el cambio de este instrumento explotador, por uno que esté bajo los intereses de los trabajadores y trabajadoras!

Sin embargo, para lograr nuestras demandas, se precisa de un instrumento poderoso, que ponga en cuestionamiento las políticas empresariales neoliberales, que pueda doblarle la mano a los ricos. Desde esta tribuna, las organizaciones aquí presentes, hacemos un llamado a las y los trabajadores y a los pueblos, a que asumamos el compromiso de construir un movimiento nacional que sea la herramienta capaz de convocar y movilizar al pueblo tras un plan social que exija al Gobierno con fuerza que esta iniciativa sea implementada a la brevedad. Urge un plan social que apunte a congelar las alzas, a terminar con la especulación comercial y financiera y que castigue con cárcel a quien la realice.

Compañeros y compañeras, además de este plan social, debemos luchar por un nuevo código del trabajo, un código que interprete lo más sentido de las y los trabajadores, un código que coloque a la fuerza del trabajo por sobre el capital en el proceso productivo. Es necesario y urgente que los trabajadores dejemos de ser una simple máquina que hace dinero para unos cuantos burgueses dueños de los medios de producción. Pero a la vez, debemos dar la lucha en los lugares en que trabajamos, exigiendo a nuestros patrones el aumento inmediato de nuestros sueldos, la disminución de la jornada laboral semanal ya, a 40 horas, la estabilidad laboral sin contratos de corto tiempo y fin del despido libre y sin justificación real. Debemos bregar por ponerle fin al subcontrato y la precarización. Recojamos los anhelos de nuestros líderes históricos, de RECABARREN, CLOTARIO BLEST, TERESA FLORES y tantos otros que han quedado en el camino. Un Código del Trabajo nuevo de vida y sueños.

También, y no debemos olvidar, aquellos compañeros y compañeras prisioneras en las cárceles chilenas, las mazmorras. Es un deber exigir la libertad sin condiciones a todas las y los presos políticos: los presos mapuches, los presos de la revuelta, la libertad de Mauricio Hernández Norambuena y de tantos más presos en las cárceles del sistema capitalista. Desde esta tribuna les mandamos un saludo fraterno y solidario. El gobierno actual solo ha hecho promesas y hasta el momento no ha resuelto en lo concreto la libertad de las y los presos. Solo la lucha en la calle podrá alcanzar el anhelo de su libertad. Tampoco olvidamos a los cientos de mutilados y asesinados durante el Gobierno de Piñera, él es responsable de aplicar una de las represiones más brutales en nuestra patria, esta represión debe tener castigo para Piñera y a los demás responsables de estos criminales actos.

Por último, compañeros y compañeras, trabajadores y trabajadoras, lo que se nos avecina es una profunda crisis a nivel mundial de un patrón de acumulación capitalista. Si no nos organizamos, si no levantamos las herramientas políticas y sindicales adecuadas, ¡ténganlo por seguro!, la crisis la vamos a pagar nosotros. Este modelo en decadencia será resistido por un puñado pequeño pero poderoso de la gran burguesía, que tienen un poder económico exorbitante. Como dijimos: es nuestra responsabilidad, debemos hacer historia. Vivimos en un momento muy especial, es la oportunidad de confiar nuevamente en un mundo humano y que en Chile se puede construir una sociedad donde el trabajo sea un instrumento de vida y no un tormento. La lucha, la protesta son las armas que debemos implementar, pero la clase trabajadora y el pueblo debe estar al frente. Hay que recuperar la confianza en nuestras fuerzas, este es un paso necesario para lograr la victoria, es una de las tareas. ¡Arriba los hombres y mujeres, que sueñan con ese nuevo mundo, nuestro mundo, de los que se levantan y levantan sus brazos! ¡La lucha continua, y con más fuerzas que nunca!

A construir ese instrumento tan necesario para lograr nuestros objetivos, a preparar las siguientes jornadas de luchas y las próximas protestas por el Plan Social, por un nuevo código laboral, por la libertad de todas las y los presos políticos mapuche y chilenos, castigo a los responsables de los cientos de mutilados por protestar. Para lograr los grandes cambios que necesitamos tenemos que crear un movimiento de carácter amplio que luche por terminar con el modelo y por cambiarlo todo al servicio de la vida de la clase trabajadora y de los pueblos. Como organizaciones convocantes llamamos a una protesta popular para el primero de junio. Por lo tanto, los invitamos a preparar esta gran jornada de movilización en todos los territorios, para colocar nuestras demandas, y entrar en un proceso de cambios real en nuestro país.

Muchas gracias, compañeras y compañeros

¡¡A LEVANTAR LOS COMITÉS CONTRA LAS ALZAS!!

!!A AVANZAR Y CREAR PODER POPULAR!!

¡!!ARRIBA LAS Y LOS QUE LUCHAN!!!

¡¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!!

 

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