Codigorojo. 18 junio 2023.
El 15 y 16 de junio de 1987, doce miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) fueron asesinados de manera selectiva y despiadada por agentes represivos durante la Operación Albania, conocida también como “Matanza de Corpus Christi” por efectuarse en víspera de esa celebración religiosa. Han pasado más de tres décadas y sigue vigente el recuerdo de estos rodriguistas que lucharon contra la dictadura terrorista de Pinochet y a quienes se les arrebató la vida a modo de venganza en un montaje planificado.
Tras el atentado al dictador Augusto Pinochet en septiembre de 1986, la Central Nacional de Informaciones (CNI) se propuso terminar con la cúpula del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y para ello le encargó a la División Antisubversiva “Bernardo O’Higgins”, secundada por la Unidad Antiterrorista y la Brigada de Asaltos de la Policía de Investigaciones, ejecutar la Operación Albania.
El primero en caer fue Recaredo Ignacio Valenzuela Pohorecky, el comandante “Benito”, miembro de la Dirección Nacional del FPMR y estrecho colaborador del líder del Frente (el comandante “José Miguel”, Raúl Pellegrin). Valenzuela fue abatido por la espalda en la mañana del 15 de junio, en plena vía pública, en la calle Alhue de la comuna de Las Condes, a metros de la casa de su madre.
Cerca de las 18:30 horas, en calle Varas Mena, comuna de San Joaquín, fue asesinado tras salir de su domicilio Patricio Acosta Castro, identificado por la CNI como jefe del destacamento especial del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Una vez muerto, un agente le puso en sus manos un revólver y un gorro pasamontañas, luego lo filmaron y le sacaron fotografías.
A la medianoche, en el número 417 de la calle Varas Mena, donde funcionaba una casa de seguridad y una escuela de instrucción del FPMR, fue asesinado el oficial rodriguista Juan Henríquez Araya junto a Wilson Henríquez Gallegos, quienes defendieron la retirada de la escuela de instrucción, permitiendo la huida de nueve compañeros y un niño de dos años, de los cuales tres -junto al menor- serían detenidos por Carabineros. Paradójicamente, eso fue lo que les salvó la vida.
En forma paralela, al interior del departamento donde arrendaba una pieza en la Villa Olímpica de Ñuñoa, fue acribillado Julio Guerra Olivares, conocido como “Guido” o el “Flaco”, quien se encontraba clandestino desde su participación como fusilero en el atentado a Pinochet.
El 15 de junio otros siete rodriguistas también fueron detenidos, pero a diferencia de los anteriores, fueron trasladados al cuartel de la CNI en la calle Borgoño, siendo víctimas de interrogatorios y torturas. Luego, durante la madrugada del 16 de junio, fueron trasladados en caravana a una casa abandonada en el número 582 de la calle Pedro Donoso, en la comuna de Recoleta, donde la CNI armó un burdo montaje. Distribuidos entre las habitaciones de la vivienda, los frentistas fueron ejecutados al mismo tiempo, recibiendo disparos desde arriba hacia abajo presumiblemente mientras estaban agachados. En tanto, otros agentes de la CNI percutían disparos al aire para simular un enfrentamiento.
En diferentes lugares del país y en los lugares donde fueron asesinados los jóvenes se realizaron actos de conmemoración.
Lota.
Valparaíso
Santiago.