En su blog aparece declarando que los musulmanes son cucarachas a las que hay que aplastar, se muestra orgulloso con una zapatilla y una pala en la mano. Si eso no es suficiente, entonces usa la pistola… En resumen, Navalny no era un político, era un delincuente. Entonces la pregunta inevitable: ¿en qué beneficiaba a Putin matarlo?
Hugo Farías Moya*
23 febrero, 2024
Ayer, mirando las noticias de la televisión chilena junto a mi señora, vimos la noticia de la muerte del “LIDER OPOSITOR” a VLADIMIR PUTIN y posible candidato a presidente de Rusia. Reconozco que no supe que responder cuando mi señora me emplazó por esta muerte. Yo respondí: Me voy a informar y respondo. Pues bien, aquí estoy en el confesionario respondiendo al emplazamiento.
Lo primero que debo decir es que, si llega una noticia así de sensacionalista de la televisión chilena, que por supuesto repite como loros las noticias llegadas de la “prensa libre occidental”, es para sospechar o por lo menos detenerse a pensar.
Lo primero, me puse a investigar quien era este famoso “líder opositor ruso”, porque reconozco que hasta a mí, que trato de estar informado, no lo conocía. Es más, en Rusia el 3% de sus ciudadanos lo conoce. Pero bueno, la prensa occidental lo catapultó como “presidenciable”. Como dice mi suegra: “Anda a saber tú, niñito por Dios”
Lo primero que encontré es el largo prontuario de este criminal, racista, extremista y agitador. Su hoja de vida y de sus “hazañas” en pro de la “democracia” en Rusia da para escribir un libro (capaz que me inspire a escribir mi tercer libro). Lo segundo: debo aclarar que no es o no era un preso político. Entonces era predecible: el racista y xenófobo agente de la CIA y del Servicio Secreto británico, pagado para subvertir a Rusia, era el héroe de Occidente, su campeón.
Ahora todos los países satélites de Estados Unidos (Europa) y sus gobernantes declaran sentirse conmovidos por la muerte de este delincuente, tachado de “héroe de la democracia”. “Navalny fue condenado por sus ideas y su deseo de libertad a una larga detención en condiciones muy duras”. Dijeron los personeros de la OTAN. Esta es la misma OTAN que guarda silencio durante más de 80 años sobre la masacre de palestinos en Gaza y Cisjordania. Nunca la OTAN ni la “civilizada” EUROPA, ha pronunciado las palabras «alto el fuego ahora», pero no perdió un segundo para mostrar su personalidad completamente servil al imperio. Sin esperar los resultados de las investigaciones de su muerte ya Occidente dice: “Vladimir Putin lo mató”.
La historia está plagada de embustes para asestar golpes de estado e iniciar las guerras de conquista. Ahora el embuste es destronar a Vladimir Putin como nuevo líder mundial. Ya con la entrevista que le hiciera el periodista norteamericano y difundido a Occidente, la opinión publica de Europa y del mundo libre y del propio Estados Unidos se dio cuenta que la guerra de Ucrania es una invención de los yanquis y de su industria armamentista. No hay otra explicación. A Ucrania la enviaron al sacrificio y ya la población de ese país quiere la paz con Rusia, pero Estados Unidos no lo permite.
Siguiendo con el prontuario criminal del líder opositor Navalny. Hay pruebas y registros de que era un nazi, un racista abierto. En su blog aparece declarando que los musulmanes son cucarachas a las que hay que aplastar, se muestra orgulloso con una zapatilla y una pala en la mano. Si eso no es suficiente, entonces usa la pistola. Otros cortometrajes lo muestran liderando marchas nazis con esvásticas y saludos romanos. Está demostrado que fue financiado por Estados Unidos, Gran Bretaña y la OTAN, como lo documenta un vídeo realizado por la televisión rusa y difundido por Massimo Mazzucco.
Estuvo en prisión condenado por diversos delitos y durante años nadie hablaba de él, estaba olvidado. ¿Por qué Navalny estaba en una prisión rusa? Su aventura judicial comenzó en 2013, por robo de madera estatal y luego denunciado por las empresas francesas Yves Rocher Vostok LLC y Multidisciplinary Processing Company LLC, acusadas de haber cometido hurto mediante engaño de fondos pertenecientes a las citadas empresas, así como lavado de dinero.
Entonces no fue acusado por Putin, sino por una empresa francesa. Luego vinieron otros problemas, cuando fue reclutado por agentes del servicio secreto occidental. Y ahora mismo, durante la Operación Especial Rusa en Ucrania, con todo el país apoyando a Putin, más del 80%, con las próximas elecciones presidenciales. En resumen, Navalny no era un político, era un delincuente
Entonces la pregunta inevitable: ¿en qué beneficiaba a Putin matarlo?
* Hugo Farías Moya
Hugo Farías Moya: Ingeniero en construcción, profesor e instructor de capacitación laboral, escritor de los libros: Los Tijerales,(historias de la construcción) y: Los niños juegan en la calle Santa Fe (muerte de Miguel Enríquez). Vocero del colectivo: Profesionales por el socialismo. Ex presidente del centro de alumnos de ingeniería y ex presidente de la federación de estudiantes de la universidad de Los Lagos, año 1986. Ex preso político durante la dictadura de Pinochet. Escritor de artículos políticos que son publicados en Chile, América y Europa; Sur y Sur, Politika, Le Monde Diplomático, entre otros medios.
Fuente: Navalny, el nuevo chivo expiatorio de Occidente – La Pluma