Codigorojo. 01 octubre 2024
En la noche del martes Irán realizó un ataque contra Israel utilizando misiles balísticos. La respuesta se desarrolló en al menos dos oleadas sucesivas, con los proyectiles siendo lanzados desde territorio iraní hacia objetivos dentro de Israel.
Testigos en Damasco, capital de Siria, reportaron haber visto la primera oleada de misiles surcando el cielo en dirección a Tel Aviv. Las autoridades israelíes activaron las sirenas de alerta en todos los territorios ocupados, ya que se estima que Irán lanzó más de 300 misiles contra la entidad sionista.
Informes iniciales sostienen que algunos misiles lograron penetrar las defensas aéreas israelíes, llegando al espacio aéreo del país, incluso impactando a la plataforma de gas de Ashqelon. En respuesta, Israel desplegó sus cazas para intentar interceptar los proyectiles entrantes.
También la base «Nevatim» de la Fuerza Aérea israelí habría quedado completamente destruida como consecuencia de un ataque con misiles desde Irán, informa la agencia Tasnim. Nevatim es la base principal de los cazas de quinta generación F-35I Adir de la Fuerza Aérea israelí.
El Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán emitió un comunicado tras el ataque, advirtiendo: «En respuesta al martirio de Ismail Haniyeh, Seyyed Hassan Nasrallah y el mártir Nilforoshan, golpeamos el corazón de los territorios ocupados. Si el régimen sionista responde a nuestro ataque, nuestros próximos ataques serán más destructivos.»
Irán advirtió en la ONU responder a las agresiones sionistas
Es importante destacar que Irán habría intentado evitar esta escalada. El embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani, hizo esta solicitud el sábado, a través de cartas dirigidas al secretario general del organismo, António Guterres, y al presidente pro témpore del CSNU, Samuel Žbogar.
Iravani enfatizó la gravedad de la situación al condenar “en los términos más enérgicos las cobardes agresiones” perpetradas por Israel, destacando un ataque aéreo que tuvo como blanco el suburbio sur de Beirut.
Este ataque resultó en la muerte del líder de Hezbolá, Seyed Hasan Nasrallá, y causó varias víctimas entre comandantes del movimiento y civiles inocentes.