Fuente El Diario de Atacama. 31 de agosto.
Rastreo con drones busca determinar la superficie dañada en sector de la ruta 370 con el cruce de la ruta Barranquilla, a la altura del peaje que va en dirección a Caldera. Luego de una alerta dada por el municipio de Copiapó, fiscalizadores de la Superintendencia de Medioambiente y de la CONAF detectaron la tala de una cantidad indeterminada de chañares en el sector de la ruta 370 con el cruce de la ruta Barranquilla, a la altura del peaje que va en dirección a Caldera. Se trataría de una intervención realizada para lotear parcelas, que habría impactado varios individuos de la endémica especie. De acuerdo con lo señalado por Felipe Sánchez, jefe de la oficina de la Superintendencia del Medio Ambiente en Atacama “lo que hizo la Superintendencia en coordinación con CONAF, fue fiscalizar el terreno, identificar la cantidad de especies. Se realizó un vuelo a través de dron para identificar la superficie y lo que estamos haciendo es determinar si estamos ante una elusión del sistema de impacto ambiental, dada la actividad productiva que ocasionó el corte de las especies.
Preliminarmente se trataría de un loteo de predio para la construcción de parcelas”. Respecto a eventuales responsables y sanciones, Sánchez indicó que “lo que debemos identificar como Superintendencia es si esa acción constituye un proyecto que debió haber sido evaluado ambientalmente y poder determinar si tenemos competencia, en caso contrario pueda seguir por la vía sectorial y CONAF pueda determinar a través de su normativa el grado de infracción”. Es preciso señalar que el chañar actualmente es una especie protegida y en estado de conservación y que, debido a la disminución de los ejemplares en la región, se considera que su estado es vulnerable. Además, el chañar está incluido en el listado de especies protegidas del Decreto Supremo 68/2009 del Ministerio de Agricultura. Ya el año pasado, otra grave denuncia fue conocida por dañar 1.6 hectáreas de bosque nativo, una superficie equivalente a una cancha y media de fútbol. En esa oportunidad, fue la acción de una retroexcavadora la que dañó bosque nativo de chañar con especies cuyos diámetros fluctuaban entre los 8 a 28 centímetros, algunos con alturas de hasta 5 metros, los cuales fueron acumulados en el terreno por la maquinaria pesada, tras desceparlos para habilitar el terreno como parcelas de agrado.